SOR MARAVILLAS DE JESÚS.
La Mesa del Congreso de los Diputados ha aplicado a esta Santa de la Iglesia Católica el derecho de admisión, y ha decidido no admitir que una placa con su nombre figure junto a las de otras personas vinculadas a la Cámara. Con buen criterio, por existir la sospecha de que la Ilustre Monja se levantara en armas contra los necios representantes de la soberanía popular, se ha tomado tan sabia decisión. Si estos padres de la patria hubieran leído que Madre Maravillas decía "Necesito vivir olvidada, desconocida, despreciada, lo más cerca posible de su vida santísima. (Aquí se refería al Corazón de Jesús) No tengo más que esta vida, y quisiera darle durante ella todo el dolor, toda la humillación que sea posible”, se hubieran ahorrado el ridículo y lamentable espectáculo que ellos solos se lo han guisado y se lo han comido. En ello emplean el tiempo sus Señorías.
Pues no. Madre Maravillas ni necesita placa, ni homenajes de inteligencias baratas, le basta con figurar en el Santoral de la Iglesia Católica desde que el Papa Juan Pablo II la canonizó el 20 de mayo de 2003. Su fiesta se celebra el 11 de diciembre.
María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, nació en Madrid el 4 de noviembre de 1891. Hija de don Luis Pidal y de doña Cristina Chico de Guzmán, Marqueses de Pidal. Su padre fue primero Ministro de Fomento y más tarde, embajador de España ante la Santa Sede. Su selecta educación y su deseo de servir a Dios y a los hombres desde la pobreza y la humildad, la llevaron a confirmar su deseo de hacerse carmelita descalza. Suyo es este pensamiento: “La caridad para con Dios se mide por la caridad que se tiene con el prójimo,…”,
Su gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús le llevó a fundar un convento en el Cerro de los Ángeles, donde se había erigido un monumento al Sagrado Corazón en 1919. En junio de 1926 fue nombrada Priora de la Comunidad de este convento, inaugurado el 31 de octubre de 1926.
Con la llegada de la Guerra Civil en España (1936), las Carmelitas se vieron obligadas a abandonar el convento, llegando a Las Batuecas (Salamanca), donde fundaron otro nuevo convento. Finalizada la contienda (1939) regresaron al Cerro de los Ángeles, desde donde fundaron nuevos conventos como los de Kottayam (India), Mancera, Duruelo, Cabrera, Arenas de San Pedro, San Calixto, Aravaca, Montemar y La Aldehuela.
Su gran caridad hizo que siempre se interesara por los problemas de los demás y se esforzaba por solucionarlos. Desde la clausura de La Aldehuela fundó un colegio para niños pobres, e hizo construir una barriada con numerosísimas casas y una Iglesia. Sor Maravillas murió en el Carmelo de la Aldehuela el 11 de Diciembre de 1974.
La noticia de hoy no tendría importancia alguna, si no fuera por la ostentación de indisimulado odio de los que han negado una simple placa recuerdo a quien nació en una casa que hoy es parte del Congreso de los Diputados, que, de vivir ahora, se habrían sentido avergonzados oyéndola decir que "El Señor busca almas vacías, para llenarlas de Sí”, de donde se colige que el Congreso no tiene categoría para tener una placa de Sor Maravillas de Jesús.
La Mesa del Congreso de los Diputados ha aplicado a esta Santa de la Iglesia Católica el derecho de admisión, y ha decidido no admitir que una placa con su nombre figure junto a las de otras personas vinculadas a la Cámara. Con buen criterio, por existir la sospecha de que la Ilustre Monja se levantara en armas contra los necios representantes de la soberanía popular, se ha tomado tan sabia decisión. Si estos padres de la patria hubieran leído que Madre Maravillas decía "Necesito vivir olvidada, desconocida, despreciada, lo más cerca posible de su vida santísima. (Aquí se refería al Corazón de Jesús) No tengo más que esta vida, y quisiera darle durante ella todo el dolor, toda la humillación que sea posible”, se hubieran ahorrado el ridículo y lamentable espectáculo que ellos solos se lo han guisado y se lo han comido. En ello emplean el tiempo sus Señorías.
Pues no. Madre Maravillas ni necesita placa, ni homenajes de inteligencias baratas, le basta con figurar en el Santoral de la Iglesia Católica desde que el Papa Juan Pablo II la canonizó el 20 de mayo de 2003. Su fiesta se celebra el 11 de diciembre.
María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, nació en Madrid el 4 de noviembre de 1891. Hija de don Luis Pidal y de doña Cristina Chico de Guzmán, Marqueses de Pidal. Su padre fue primero Ministro de Fomento y más tarde, embajador de España ante la Santa Sede. Su selecta educación y su deseo de servir a Dios y a los hombres desde la pobreza y la humildad, la llevaron a confirmar su deseo de hacerse carmelita descalza. Suyo es este pensamiento: “La caridad para con Dios se mide por la caridad que se tiene con el prójimo,…”,
Su gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús le llevó a fundar un convento en el Cerro de los Ángeles, donde se había erigido un monumento al Sagrado Corazón en 1919. En junio de 1926 fue nombrada Priora de la Comunidad de este convento, inaugurado el 31 de octubre de 1926.
Con la llegada de la Guerra Civil en España (1936), las Carmelitas se vieron obligadas a abandonar el convento, llegando a Las Batuecas (Salamanca), donde fundaron otro nuevo convento. Finalizada la contienda (1939) regresaron al Cerro de los Ángeles, desde donde fundaron nuevos conventos como los de Kottayam (India), Mancera, Duruelo, Cabrera, Arenas de San Pedro, San Calixto, Aravaca, Montemar y La Aldehuela.
Su gran caridad hizo que siempre se interesara por los problemas de los demás y se esforzaba por solucionarlos. Desde la clausura de La Aldehuela fundó un colegio para niños pobres, e hizo construir una barriada con numerosísimas casas y una Iglesia. Sor Maravillas murió en el Carmelo de la Aldehuela el 11 de Diciembre de 1974.
La noticia de hoy no tendría importancia alguna, si no fuera por la ostentación de indisimulado odio de los que han negado una simple placa recuerdo a quien nació en una casa que hoy es parte del Congreso de los Diputados, que, de vivir ahora, se habrían sentido avergonzados oyéndola decir que "El Señor busca almas vacías, para llenarlas de Sí”, de donde se colige que el Congreso no tiene categoría para tener una placa de Sor Maravillas de Jesús.
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