miércoles, 10 de octubre de 2018

EL EDEN


En el principio Dios creó los cielos y la tierra, y dijo “¡Haya luz!” y hubo luz, siguió y así un día tras otro creó los seres vivientes y las plantas hasta llegar al hombre y a la mujer. Para ellos, Adán y Eva, plantó un jardín en Edén, al oriente, e hizo brotar toda clase de arboles hermosos para ver y buenos para comer, y en medio, el árbol de la ciencia del bien y del mal. Para distinguir este jardín sagrado de otros jardines reales la Biblia también lo llama jardín de Dios o del Señor (Gn.13, 10) (Ez.28,13 y 31,8) o jardín de Edén, traducción de “delicias” en hebreo. (Gn.3, 23)    
 

Edén es el nombre geográfico de un lugar ahora difícil de localizar, que tal vez significara estepa. El Génesis lo llama jardín, o “paraíso” en la versión latina y en la moderna, y da una pista sobre su ubicación. Dice: «En Edén nacía un rio que regaba el jardín, y desde allí se dividía en cuatro brazos: el primero se llama Pisón, el que rodea toda la tierra de Javilá donde hay oro. El segundo rio se llama Guijón, el que rodea toda la tierra de Cus. El tercero se llama Tigris y corre al este de Asiria. El cuarto es el Éufrates» (Gn. 2, 10-14)

             Los intentos para localizar el lugar exacto del jardín comenzaron por conocer la ubicación de los ríos. La del rio Pisón, Javilá podía ser una región de Arabia ((Gn. 10, 29), y la del Guijón Cus podía ser Etiopía, pero no están plenamente identificadas. Sin embargo son más conocidos y están localizados los ríos Tigris y Éufrates. El Tigris fluye a través de Siria, Turquía e Irak en el suroeste de Asia, primero hacia el este y luego hacia el sur. Se une al Éufrates y dan origen a un gran rio que desemboca en el golfo Pérsico. Entre ambos ríos se desarrolló Mesopotamia, su nombre significa “tierra entre ríos”, donde floreció la agricultura y fue cuna de una civilización antigua. Los  estudiosos de la Biblia han llegado a la conclusión de que el jardín del Edén estaba en algún lugar en esta zona en el conocido valle del río Tigris y el Éufrates. Es una hipótesis que puede ser fiable.
 

Otra teoría apunta a que la ubicación del Edén no se conozca con exactitud por la modificación de la orografía producida por el diluvio y por la supuesta voluntad divina de que no se localice el lugar donde el hombre cometió el primer pecado.
 

Desde la perspectiva de un creyente el jardín prueba la libertad que Dios creador dio a Adán y Eva poniendo a su disposición todo lo creado, reservándose únicamente el precepto de no comer los frutos del árbol de la ciencia del bien y del mal. Mas Adán y Eva cayeron en la tentación, comieron y al instante se les despertó la conciencia y «descubrieron que estaban desnudos»” (Gn.3, 7). Habían roto la armonía existente entre ellos y Dios.  
 
           Avergonzados se ocultaron pero Dios los buscó y llamó a Adán, «¿Dónde estás?» y al verlo lo expulsó del jardín para que labrase la tierra: «Comerás el pan con el sudor de tu frente hasta que vuelvas a la tierra porque de ella fuiste sacado» (Gn.3,19)

 
José Giménez Soria