El Hermano Mayor, Pedro J. García Sánchez, dedicó
su alocución para hacer balance del Año de la Virgen; lanzar un mensaje de
acercamiento constante a Cristo y a la Virgen; y proclamar la verdad de que la
Virgen cooperó en la obra de la Redención. Lo hizo con estas palabras:
“Queridos hermanos, queridos cofrades:
Recordaréis que el año pasado
por estas fechas declaramos el curso cofrade que entonces comenzamos como AÑO
DE LA VIRGEN en memoria del XXV
aniversario de la Bendición de María
Santísima de la REDENCIÓN. Ha sido éste un año fructífero que nos ha servido
para estar más cerca de la Virgen María y hacernos más devotos de Ella.
Pero este acercamiento no debe
ser solo de unos meses. Tenemos que ser constantes en la devoción a Jesucristo
y a la Virgen María durante los 365 días de todos los años. Esa es nuestra
primera obligación de cofrades. Como creyentes, el apego demostrado a la Virgen
nos debe servir para valernos de su mediación ante el Señor y lograr que
participen de esa fe otras personas que no la tengan.
En varias ocasiones la Virgen
intervino ante su Hijo para conseguir atraer a gente indecisa. Un ejemplo
conocido por el Evangelio sucedió en la boda de Caná. La Virgen usó su
habilidad de madre para que su Hijo se revelase como el Mesías, transformando
el agua en vino. Gracias a la intervención de Ella, Cristo se ganó sus primeros
discípulos entre los invitados.
Más tarde, cuando Cristo
resucitó, se cumplieron los designios de Dios: El hombre fue redimido para
siempre y la Virgen María cooperó en esa magna obra. Esta gran verdad la
proclamamos los cofrades moraos honrando a nuestra María Santísima de la
REDENCIÓN.
Este Curso Cofrade lo vamos a empezar
presumiendo con Ella. Durante estos días hemos celebrado un Triduo en su honor
y hoy, el terminar la Eucaristía, la vamos a sacar en procesión por las calles
de Albox. Será una buena ocasión para encomendarle nuestras alegrías y
preocupaciones; para confiarle nuestros deseos e ilusiones, y sobre todo para
tenerla presente en el discurrir diario de nuestra vida.
Así lo manifiesto y así lo deseo
al declarar abierto el Curso Cofrade 2012-2013”. San Lucas, en el evangelio de ese día –el sábado 13-, pone en boca de una mujer que oía a Jesús mientras hablaba a la gente, este grito: “¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!”. (Lc 11, 27-28). Tanta era la dicha de aquella mujer, que alzó su voz para elogiar a la Madre de quien les hablaba.
También los cofrades moraos unimos la voz a la mujer del evangelio para proclamar
nuestro entusiasmo por la Virgen María Santísima de la Redención como dijo el
Hermano Mayor “presumiendo con Ella” en la Iglesia o en la calle. Somos dichosos
por su título que pregona el misterio más grande de la humanidad: la Redención;
por su mediación ante el Señor que nos concede todos los bienes juntos, y
porque su resplandor no tiene ocaso. ¡Bendita seas!.