jueves, 12 de abril de 2012

SE SUSPENDE LA SEMANA SANTA

Cuando ya solo quedan los ecos de los tambores de los días de Semana Santa pasada, cuando la cera de los cirios solo es un reguero de una luz que pasó, es hora de reseñar algo de la noticia aparecida en la prensa anterior a estos días santos, que decía “El conflicto laboral con la Policía Local deja a La Línea sin Semana Santa”.

La noticia estaba en que los miembros de la Policía Local de La Línea (Cádiz) llevaban ocho meses sin cobrar sus nóminas y ante su falta de colaboración para montar el dispositivo de seguridad necesario, se optaba por “suspender la Semana Santa”.

El titular califica por sí solo la ignorancia del quien lo redactó, y no pudo ser más nefasto. ¿Por un conflicto laboral se va a suspender la Semana que los cristianos dedicamos durante siglos a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, o simplemente es que no habrá procesiones?

Cada vez más los días de Semana Santa parecen, como quieren algunos, fiestas del equinoccio de primavera desligados de toda creencia. Y así han convertido los desfiles procesionales (frase horrorosa) en un espectáculo entendido como de “manifestaciones culturales y artísticas” apto para turistas y foráneos. El hecho de que el protagonista central de las procesiones sea un hombre que se dice Hijo de Dios, no cuenta.

No es extraño pues, que el Papa Benedicto XVI exhorte a los sacerdotes a la enseñanza cristiana, para paliar “un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad”. "Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos", denuncia el Papa, que anima a leer la Sagrada Escritura, "que nunca leeremos y meditaremos suficientemente".

La Semana Santa, como tantas celebraciones de los misterios de nuestra fe, hace tiempo se ha desacralizado por parte del ambiente de la calle. La sociedad va secularizando las manifestaciones más sagradas de nuestra Religión. La Semana Santa para muchos es tiempo de vacación, de turismo, de diversión, de folklore. Los pasos de la Pasión cada vez están más reducidos a puro tipismo y a puro comercio. El espíritu de estos días pasa inadvertido para una parte considerable del pueblo de Dios. No se busca el perdón y la penitencia, sino el exhibicionismo callejero de unas procesiones desvirtuadas que, en más de un caso, la algarabía que las rodea rompe la seriedad de lo que representan.

No es extraño que se den titulares como los de La Línea. Si no puede haber procesiones por un problema laboral, no hay espectáculo, ergo no hay Semana Santa. Ahora que ha pasado, los que creemos algo en estos misterios hagamos nuestro balance espiritual de lo que hemos vivido en estos días Santos.