Hoy, 30 de diciembre, es la fiesta de la Sagrada Familia representada por José, María y el Niño Jesús que ha nacido en Belén hace unos pocos días. El nacimiento del nuevo Bebé ha estado lleno de sobresaltos, primero por la premura de un viaje inesperado para cumplir la obligación ordenada por el legado de Siria, Sulpicio Cirino, de actualizar el censo, según edicto del emperador Octavio Augusto, y después por la forzada marcha de la familia a Egipto para escapar de la amenaza del rey Herodes de acabar con el recién nacido.
De este segundo viaje solo Mateo relata que José “tomó al niño y a su madre por la noche y partió para Egipto”. Las hipótesis sobre este episodio apuntan a que, desde Belén, la Sagrada Familia Belén iniciaría una ruta del sur a través de las montañas de Hebrón para después caminar hacia Gaza a orillas del Mediterráneo donde descansarían. Es probable que en Gaza se unieran a una caravana camino de Bersabé donde empezaba el desierto del Negueb. Caminarían de día y descansarían de noche en algún oasis.
A las penalidades del camino, con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, se unía el temor de José y María al percatarse de que su Hijo era ya objeto de persecución a muerte. Cuando pasaron la frontera, lejos del dominio de Herodes, avanzarían hacia Pelusio al este del actual canal de Suez y luego bordearían el valle del Nilo para marchar a Heliópolis y de allí seguirían hasta Matarieh, el sitio donde según una tradición del siglo XIII buscaron refugio. Habrían recorrido unos cuatrocientos kilómetros durante unos 20 días.
Matarieh era una aldea rodeada de sicómoros, y en ella buscarían acomodo. Por entonces en aquellas tierras había numerosas colonias de judíos exiliados que se ayudaban entre sí. José ejercería su oficio trabajando para mantener a su familia. Permanecerían entre cuatro y siete años, según algunas hipótesis, hasta que, otra vez al ángel del Señor, advirtió a José que “volviera a Israel porque habían muerto los que atentaban contra el Niño”.
En efecto entre el 4 a.C. y el 6 d.C. murió Herodes en Jericó, sucediéndole su hijo Arquelao en Judea y su otro hijo, Herodes Antipas, en Galilea. Es probable que la Sagrada Familia regresara por mar desembarcando en Yamnia. José conocería la crueldad de Arquelao que había hecho matar a tres mil judíos en Jerusalén, por lo que temió ir a Belén y se dirigió al norte a Galilea y se establecieron en Nazaret, una aldea desconocida donde Jesucristo pasó la mayor parte de su vida.
La infancia de Jesús transcurriría en un ambiente familiar como cualquier niño de su época. Crecería al amparo de su Madre y ayudaría a su padre en las tareas de carpintería. Aprendería la ley de Moisés, acudiría a la Sinagoga y celebraría la Pascua judía. A los doce años, en el conocido encuentro del Templo con los doctores, dio las primeras muestras de sabiduría.
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