viernes, 1 de abril de 2011

CARNAVAL DE CADIZ

El carnaval de Cádiz es una de las fiestas más populares de España, además de ser conocida en buena parte del mundo. Es una fiesta donde la crítica chispeante, que abarca a todos los ámbitos de la sociedad, es su seña de identidad. Las comparsas, chirigotas, cuartetos y coros, de una riqueza colorista sin par, pugnan por sacar el máximo provecho a la sátira o a la burla que cantan con sus originales letrillas, jaleadas por sus muchos seguidores.

Parece mentira que en una ciudad no muy agraciada por la suerte del empleo, tiene la suerte de contar con unas gentes que se toman la vida a chirigota, -nunca mejor dicho-, y aprovechan su singular ingenio para cantarle las cuarenta al más pintado. El buen humor vive pared por medio con el amargor de los días, ¡pero no pasa ná quillo!

Este año una de las comparsas, la de Luis Rivero, llamada Los Defensores de Luis, se ha ido por la tangente. En vez de criticar a la Iglesia y a los curas se ha soltado el pelo y ha reivindicado la Fe con un pasodoble titulado “Cada vez que digo que soy creyente…” Porque Luis cree en un Dios que le hace más fuerte y mejor persona, y la mayoría de los 15 mosqueteros que forman la comparsa le siguen. Se puede ser creyente o no, pero tener que pedir perdón por creer en Dios…nada de nada, dice. Esta es la letra del pasodoble:

Cada vez que digo que yo soy creyente
aparece algún valiente que me juzga,
con la voz cobarde del intransigente
que surge siempre de la censura.

Esos que presumen ser inteligentes
y van buscando su razón en la incultura
porque no entienden que la Fe me haga más fuerte
que simplemente es un invento de los curas,
que surge nada más, que surge por el miedo hacia la muerte.

Y a quién se ofende si le doy gracias a Dios,
y a quién se ofende si le pido protección,
¿qué más me da quién me comprende
si el creer me hace más fuerte y me hace ser mejor persona?

Si a Dios lo encuentro solamente en el amor,
y no en las manos indecentes,
que se justifican si le adoran,
ni en las manos pederastas,
ni de aquellos que mataran
ni juraran en su nombre.

Dios está en las manos del que ayuda
del que no pregunta nunca
y que perdona los errores.

Ese es el Dios que me llena
ese es el Dios que ilumina.
y si en el mismo día en que me muera
compruebo de verdad que no existiera,
la misma Fe que muchos tirarían,
si me hizo ser feliz toda mi vida,
ya habrá valido la pena, ya habrá valido la pena.


La coplilla se puede ver y oír buscando en Youtube “Cada vez que digo que soy creyente”.

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