lunes, 2 de febrero de 2015

LA OTRA MEJILLA

Andaba el Jesucristo por Galilea explicando su doctrina a los que le seguían, y les habló así: “Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: No hagáis frente al mal; al contrario, si uno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra” (Mt, 5, 38-39). De esta forma el Señor echaba por tierra la Ley del talión, que aún es práctica común en muchos pueblos, enseñando que no hay que responder con la violencia, devolviendo mal por mal, sino renunciar a la venganza en aras de la caridad. San Pablo también escribió, “Vivid en paz con todo el mundo, no toméis la justicia por vuestra mano, dejad que sea Dios el que castigue. No os dejéis vencer por el mal, al contrario venced el mal con el bien” (Rom, 12, 18-21).

Hace algunas semanas unos yihadistas asaltaron en Paris una revista satírica e irreverente matando a doce personas, la mayoría periodistas, por publicar unas viñetas de Mahoma, ofensivas, según los asaltantes, para el profeta. La prensa calificó a los periodistas asesinados como “mártires de la libertad de expresión”, y la Europa que se dice civilizada (sic) se movilizó contra los terroristas islamistas también en defensa de la libertad de expresión y de la democracia, que es palabra sagrada. Paris reunió a más de un millón de manifestantes en torno a Jefes de Estado y de Gobierno que no quisieron perderse la foto multitudinaria.  Por el contrario ninguno de los gerifaltes europeos, y no europeos, movió un dedo ni salió a la calle cuando meses antes los yihadistas mataban a miles de cristianos en Siria o Irak por el mero hecho de no ser musulmanes, ni firman en ningún libro de condolencias cuando el grupo nigeriano de Boko Haram secuestra a niñas para esclavizarlas o por los centenares de muertos que tiene en su haber. Niñas o cristianos, apenas cuentan.

La misma revista ha publicado en ocasiones caricaturas de tono grueso contra Dios y viñetas blasfemas contra el cristianismo, ultrajando la fe de muchos millones de personas en el mundo que siguen el credo de nuestro Señor Jesucristo y mofándose de sus creencias. Nadie ni ningún organismo ha alzado la voz contra tales agravios a los cristianos, invocando la tolerancia y el buenismo bobalicón para no molestar a la dichosa libertad de expresión o la democracia. Ningún cristiano se ha alzado en armas contra esa revista ni contra cualquier otra para saldar cuentas a quemarropa, porque la ley que propone mal por mal fue derogada por Cristo. Los cristianos hemos aprendido de Él a actuar con Amor y Caridad.

El Papa Francisco ha hablado con claridad de la “injusta agresión que afecta a los cristianos” en Oriente Medio y otras zonas del mundo, urgiendo que “es necesaria una respuesta unánime en el marco del derecho internacional, que impida que se propague la violencia, restablezca la concordia y sane las profundas heridas que provocan los incesantes conflictos”.

Vamos acercándonos al Tiempo de Cuaresma camino de la Semana Santa. Después del Prendimiento, el Sumo Sacerdote Anás interrogó a Jesús y le preguntó por su doctrina. Éste contestó: “He hablado públicamente, y he enseñado en la sinagoga y en el Templo, nada he hablado en secreto, ¿por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído”. Apenas dijo esto uno de los siervos le dio una bofetada, diciéndole, “¿Así contestas al Sumo Sacerdote?”. Jesús no responde a la violencia con violencia, se sobrepone al instinto de devolver la bofetada. Le dijo: “Si he hablado mal, muéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿porque me pegas?”. Estas palabras son una forma de poner la otra mejilla. Jesús muestra su generoso espíritu de caridad y trata de hacerle comprender lo irracional de su comportamiento.

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