No es nueva esta frase pronunciada por el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Lisboa entre el 1 y el 6 de agosto de 2023. En su visita a Fátima insistió “La Iglesia no tiene puertas, para que todos puedan entrar”.
Lo del catolicismo en ruinas no es cierto, como se ha demostrado en la JMJ de Lisboa de una manera cordial, abierta y hasta divertida. Ha sido capaz de reunir a las ocho y media de la mañana de un domingo de agosto, a un millón y medio de chavales en un campo de Lisboa para asistir a la Misa oficiada por el papa Francisco. Lo hicieron porque creen en Jesucristo.
La Jornada Mundial de la Juventud lisboeta ha dejado varias lecciones, en contra de algunos tópicos. La primera ha sido la demostración de que el catolicismo sigue moviendo la mente y el corazón de los chavales, especialmente de los españoles, que eran los más numerosos y joviales de la cita.
La segunda es una simple lección de civismo: ni un solo incidente reseñable en un acto masivo. La tercera, importante, es la lección moral que les dejó el Papa, recordando a Juan Pablo II, cuando dijo: “No tengáis miedo”. Clamó porque la vida debe ser respetada siempre y en todas sus etapas; y además, clamó por la paz, por hacer el bien y por saber escuchar a los demás. Menudo ideario.
Después el papa Francisco dio ejemplo frente a la denominada cultura del «descarte». Un hombre muy mayor que estuvo hospitalizado nueve días después de una operación delicada, que padece ciática y limitaciones en sus rodillas, fue escuchado por un millón de veinteañeros y treintañeros en silencio total. Por cierto, parte del acto central se celebró en español, uno de los tres idiomas más importantes del mundo.
En definitiva, fue una demostración de fuerza de la Iglesia y de vigencia de la fe católica, que sólo los ciegos no quieren ver o incluso la atacan. Cabe recordar lo de "perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen". Es la primera reacción que toca aplicar; la segunda es dar testimonio de nuestra fe siempre y sin complejos.
Nota final: Por primera vez en estos treinta años de historia ha estado presente la comunidad LGTBI+. Los homosexuales han tomado parte en las catequesis y en las reuniones, en línea con la reflexión del papa Francisco: “¿Por qué los homosexuales no en la Iglesia? ¡Todos, todos, todos!”
Oficina
JMJ 2023 Lisboa
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