domingo, 9 de enero de 2011

PERSECUCIÓN ABIERTA.

Desde hace unos días se están lanzando cientos de comentarios, críticas y opiniones tras la entrada en vigor de la llamada Ley Antitabaco en España, que muestran diversidad de pareceres, muchos ofensivos y otros de mal gusto. El “prohibido fumar” llena páginas de periódicos, horas de tertulias y encuestas de la televisión. Distinto trato mediático está teniendo la persecución sistemática que en los últimos tiempos están sufriendo los cristianos. Salvo escuetas noticias de prensa, radio o televisión, y con la excepción de algún comentarista bien intencionado, la sociedad en general, y no digamos los gobiernos occidentales, omiten toda referencia a este hecho que se va extendiendo en la misma proporción que emerge la cobardía del mundo occidental, que lo ignora a sabiendas.

Oriente. Estos son algunos casos recientes: Un gobernador paquistaní es asesinado por apoyar el perdón para una cristiana condenada a la horca. Docenas de cristianos iraquíes son ametrallados en el atrio de una iglesia, por pistoleros que gritaban “¡Alá es grande!” mientras apretaban los gatillos. En la Misa de Nochebuena, en Alejandría, la segunda ciudad de Egipto, 21 coptos son asesinados por un terrorista, y el día de Navidad, una serie de bombas acaba con la vida de 86 cristianos, dejando 189 heridos, en el norte de Nigeria.

¿Y qué dicen los gobernantes del mundo? Para la Casa Blanca los ataques son como actos bárbaros y abominables, y para los gobiernos o los medios de comunicación europeos son simples enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. Nada más equivocado. Nadie quiere ver que la realidad es la expansión del mundo islámico en su intento de acabar con la civilización occidental, que es la cristiana al precio que sea. A tal punto llega la flaqueza de esos gobernantes, que se olvidan de las matanzas del 11-S en Nueva York; la del 11-M en Madrid y la del 7-J en Londres.

Occidente. Desgraciadamente la cobardía de occidente no solo se manifiesta ignorando estos crímenes. Por el contrario, aquí se blasfema de Jesucristo o de su Iglesia sin ningún remordimiento, como quien insulta algo banal o repugnante. Los símbolos cristianos son vergonzosamente arrinconados, y algunas manifestaciones artísticas, literarias o del espectáculo se hacen en plan de mofa de la religión cristiana, entre aplausos generalizados. Se actúa con insidia y desdén contra todo lo cristiano.

El domingo día 2 de enero se celebró en Madrid la Misa de las Familia, a la que asistieron un montón de familias llegadas de toda España y de otras naciones europeas. La Cruz presidió el acto celebrado en un ambiente festivo extraordinario, en el que se alentó a los jóvenes a perder el miedo a manifestar sus creencias cristianas, y a las familias a afrontar la responsabilidad de vivir el matrimonio cristianamente. A todos se les animó a resistir los embates de un mundo descreído y oscuro. Pues bien, a la prensa progre le ha faltado tiempo para lanzar su ofensiva contra el matrimonio, las familias, la Iglesia, los curas, las monjas… y todo por haberse reunido a rezar en la Eucaristía y pasarlo bien. ¿Tanto molesta esto?

Afortunadamente empieza a surgir una conciencia y una reacción a la hasta ahora impune cristofobia que devasta a las familias y a comunidades enteras, por el hecho de ser cristianos. Ya se oyen voces que alientan a defenderse con sosiego, con esperanza y sin soberbia, para ganar esta batalla. Hay que vencer al mal, a fuerza del bien.

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