domingo, 23 de octubre de 2011

PERDON

La casta política en pleno se ha puesto contenta con el reciente comunicado en que tres encapuchados, ETA dixit, anuncian “el cese definitivo de su actividad armada”. La prensa, la radio y la televisión lo han divulgarlo cada cual según su prisma, los comentaristas idem idem, y los políticos han soltado mucha palabrería, modulada según conveniencias de partido pues estamos en campaña electoral y no es cosa de molestar demasiado.

Pocos se han acordado de las víctimas, y casi nadie de la palabra perdón. Será que el perdón es lo que distingue al cristiano, y declararse cristiano o simplemente aparentarlo, ni es moderno ni oportuno.

Los encapuchados, -violentos se les llaman ahora con un eufemismo depravado-, se han olvidado de pedir perdón por los crímenes cometidos, lo que dice poco en favor de un arrepentimiento sincero. De la boca de los enmascarados y boina negra no saldrá nunca la palabra perdón porque tienen sucio el corazón y en su conciencia no cabe la dignidad de todo ser humano.

Muchos deudos de las víctimas perdonarán, porque Cristo dijo que había que perdonar “no siete, sino setenta veces siete”, y Él murió perdonando a sus enemigos.